Basta de caretas


Desde la época Stronista era un pecado capital ser acusado de "gay" y "comunista". Hoy a más de 50 años ese concepto se mantiene aún latente en la mentalidad de muchos compatriotas. Los comunistas ya no son perseguidos, pero, los homosexuales...


En la actualidad, las personas aún consideran al sexo un tabú y condenan a aquellos con tendencias diferentes. Sin embargo "el índice de gays sigue aumentando" y esta realidad es cada vez mayor. Antes se consideraba la homosexualidad como una enfermedad, pero ellos, niegan rotundamente esa hipótesis.


Es cierto que en Paraguay la cultura vigente es machista y prejuiciosa. Todo lo diferente causa repulsión. No se tiene en cuenta que detrás de un homosexual, existe una persona con los mismos derechos y necesidades que nosotros.


Muchos son los jóvenes que deben abrirse al mundo y aceptar su condición de "anormales" dentro de una sociedad marcada por la indiferencia hacia los verdaderos problemas a los que se enfrentan, y sí, muy ocupada en menospreciar y hasta arrinconar a alguien a negarse a sí mismo.


Las consecuencias son fatales. Jóvenes echados de sus casas, incomprendidos, humillados por sus familiares, vecinos, la población entera. Pero... detrás de este letal velo, también se esconden los homofóbicos, que lejos de sentir "fobia", se ven reflejados en ellos, y lamentan no poder hacer lo mismo.


Y me expreso de esta manera, pues he visto a un hombre de "familia y buen vivir", llevar una doble vida. De día un padre ejemplar, pero de noche, todo un "comepu..."

Entonces..¿que es lo que verdaderamente tiene valor? ¿que tengas una formación íntegra para asegurar que eres normal?


Pues no, señores.. Existen muchos homosexuales que son excelentes profesionales y más valientes aún, porque se enfrentaron a la sociedad sin sentir culpa alguna. Y dirán tal vez, que éstas personas son portadoras de enfermedades mortales, que son promiscuos e indeseables...


Pero... heterosexuales, también practican la promiscuidad y portan enfermedades letales. Entonces ¿por qué marginar y lastimar a unos seres humanos que solo necesitan una oportunidad para demostrar su don de gente?


Solo recuerden que en la medida que juzguemos, seremos juzgados. No pretendamos ser jueces de nadie. Habrá alguien que los juzgará y a nosotros, también.

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