Su boca aún permanece cerrada.Sus dientes y lenguas luchan para huir de la clandestinidad. Se hunden en un abismo de vanos intentos.
Sus labios no ceden. Pese a que su pecho lanza alaridos quejumbrosos y hostiles.
Pero su boca no cede.
La garganta da vuelta bruscas, se levanta, objeta, a veces hasta cree que lo ha soltado todo, mas ese nudo parece inquebrantable. Está majestuosamente anudado.
Solo una persona lo puede desatar. La silueta se pierde en la oscuridad. Y se va con ella su voz.
Ha aprendido a callar esa verdad y en ocasiones, se olvida de ella. Al menos por vagos momentos.
Sin embargo el grito silencioso lo oye repetidamente en su interior.
A otros engaña. A ella no.
Ese hecho la enferma, y maquina probables, pero ya imposibles vivencias.
Y la lucha entre lo bueno y lo malo la deja siempre pensando.
Pero sabe que jamás sabrá lo que pudo haber pasado.
Baja la cabeza e intenta evadir su realidad...
4 comentarios:
Es verdad, me suele ocurrir lo que describes. A veces me suelo olvidar de la verdad que oculto. Es triste, pero hay verdades que pueden destruir tu mundo y separarte de la persona que más queres
Estoy de acuerdo con veronica, cariños
Vero:Es asi querida, pero la vida sigue a pesar de todo el daño que evitamos al callar una verdad....
Robi:cariños para ti tambien y bienvenido a Cable a tierra!!!! besos!!
Muchas veces callamos. Incluso nos podemos olvidar de aquello, como ha pasado en tu entrada. Lastimosamente, siempre algo recuerda que muy dentro de vos hay algo que no debe salir pero que lo intenta una y mil veces... Muy profundo lo que escribiste, amiga. Un abrazo! :)
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